Espacio interior para el descanso

Días que corren sin pausa, pensamientos que se adelantan. En medio de todo lo fugaz surge un refugio: un lugar de encuentro donde el ritmo se aquieta. Un elemento arquitectónico se alza, sereno, invitando a la mirada a subir mientras el cuerpo se detiene. Allí, el aire parece más hondo, las flores acarician con una suavidad nueva, la tela sobre la piel se vuelve pluma, y hasta las ideas descansan, lentas, como si también encontraran su propio espacio para respirar.

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Movimiento